Según Gfk (2012), Datexeco (2012) Colombia es el país con más niveles de infidelidad en Latinoamérica, donde el 82% de los hombres y el 42% de mujeres ha sido infiel en algún momento de sus relaciones. Estas cifras si bien son un poco alarmantes, reflejan una realidad cotidiana, la deconstrucción del amor, las múltiples definiciones que existen para infidelidad, la necesidad de salir de la rutina, de conocer nuevas personas, son consecuentes a la época en la que vivimos, pero, ¿existe la posibilidad de continuar con una relación donde la infidelidad predomina?
La infidelidad según Pittman citado por Varela, (2014) “es una defraudación, traición y violación de un convenio de la relación monogámica en la que ambos integrantes acordaron exclusividad sexual de uno a otro” aquí vemos un convenio o reglas previamente acordadas existentes para que una relación funcione. Esto implica que la infidelidad es sólo producto de un acto sexual, el cual, definido por sexólogos es aquella que conduce al orgasmo. De tal forma que aunque no haya habido penetración vaginal, es posible pensar que cierto tipo de conductas que dirigen al orgasmo, tales como la masturbación mutua, sexo oral o anal o cualquier otra conducta de este tipo, dirigida al orgasmo, puede considerarse como conducta sexual. Por lo tanto, alguien que ejecuta alguna de estas conductas con alguien que no es su pareja, puede considerarse infiel (Vargas Flores & Ibáñez Reyes, 2005).
Para Romero Palencia (2007) infidelidad significa hacer algo fuera de lo que dos personas han acordado como fidelidad, ya sea tener sexo con otra persona o bien involucrar energía emocional en otra relación. Buss y Shackelford (1997), Wiedemann y Allgeier (1993), marcan una diferencia entre dos tipos posibles de infidelidad: la infidelidad sexual (coito), que se refiere a actividad sexual con alguien más que no sea la pareja estable y, la infidelidad emocional (enamoramiento), la cual ocurre cuando uno de los miembros de la pareja mantiene un vínculo emocional o de amor con alguien diferente.
Como vemos, existen varias posturas sobre lo que es la infidelidad, cada quien es libre de ajustar esta definición según sus necesidades; pero más importante, ¿qué se puede hacer para volver a construir esa confianza perdida en la relación?
Las intervenciones que se hacen desde psicología clínica tienen varios enfoques, cada uno de ellos les da cierta importancia a determinados aspectos, para empezar a hablar de estas intervenciones, se presentará qué es la terapia familiar, esta consiste en un proceso complejo de relaciones entre el terapeuta y la pareja, donde los propósitos dejan de ser dirigidos hacia la problemática personal de los pacientes, para orientarse al complejo sistema inter e intra personal de las parejas (Tapia, 2000).
Las familias y las parejas son diferentes a cualquier otro grupo humano, ya que difieren en aspectos como la duración, la intensidad y las relaciones funcionales de sus miembros (Muñoz, 2008). Dicho esto, dadas las múltiples interacciones entre sus miembros, su principio fundamental como unidad familiar será mucho más que la suma de las partes.
En conclusión cada pareja es un universo distinto esperando ser explorado, esta exploración depende de cada uno de sus miembros, del compromiso y disposición que se posea, pero recuerda; cuando sientas que no puedes avanzar, haz llegado a tu límite, apoyate en tu pareja y si esto no es suficiente, en tu terapeuta, éste te ayudará a navegar por el extenso y vasto universo de las relaciones.
Buss, D & Shackelford, T. (1997). Susceptibility of infidelity in the first year of marriage. Journal of Research in Personality, 31, 193-221.
Datexco Company (2012). La infidelidad en Colombia reflejada en cifras. El Tiempo. Recuperado de: http://www.eltiempo.com/Multimedia/infografia/cifrasinfidelidad/
Muñoz, Eduardo. (2008). Terapia de pareja: una mirada a sus procesos. Revista Colombiana de Psiquiatría, 37(Suppl. 1), 187-197.
Pinto Tapia, Bismarck. (2000). Terapia de pareja: una perspectiva cognitiva-sistémica. Revista Ciencia y Cultura, (8), 79-85.
Vargas flores e Ibáñez Reyes (2005). Problemas maritales: la infidelidad desde una perspectiva de vínculo. Facultad de estudios superiores Iztacala, Universidad Nacional Autónoma de México
Wiederman, N & Allgeier, E (1993). Gender differences in sexual jealousy: Adaptationist or social learning explanation? Ethology and Sociobiology, 14 (115-140).
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