– Evaluación inicial: valoración integral de la persona y su entorno para entender las necesidades específicas y establecer objetivos claros.
– Plan de apoyo personalizado: Diseñamos un plan de intervención individualizado que incluye estrategias específicas para el desarrollo académico, social, emocional, comportamental y cognitivo.
– Acompañamiento en el entorno escolar: El terapeuta sombra apoya en el entorno escolar, hogar u otros, para favorecer la ejecución de las actividades diarias o académicas, la interacción social, seguimiento de normas y desarrollo de estrategias de regulación emocional y de modificación de conducta.
– Coordinación con profesores y padres: Trabajamos en estrecha colaboración de los educadores y padres para asegurar una comunicación efectiva y un enfoque coherente en el apoyo al individuo.
– Monitoreo y ajustes: Realizamos seguimiento continuo del progreso del paciente y ajustamos las estrategias según sea necesario para garantizar su éxito y bienestar.

El tiempo de intervención variará dependiendo de cada caso, el grado de complejidad, la continuidad y el compromiso con el proceso. 

– Inclusión escolar: Facilita la inclusión en el entorno escolar, promoviendo la participación activa en clases y actividades.
– Desarrollo de habilidades sociales: Ayuda a desarrollar las habilidades sociales, mejorar la interacción con pares y superiores, y a la construcción de amistades.
– Apoyo académico: Proporciona asistencia en actividades académicas, ayudando a seguir el ritmo del currículo escolar. Además, se apoya en la realización y seguimiento del Plan individual de ajustes razonables (PIAR).
– Fomento de la autonomía: Trabaja en el desarrollo de la independencia y la autoconfianza, permitiéndole realizar actividades por sí mismo.
– Regulación emocional: A través de técnicas de regulación emocional, se aprende a controlar impulsos y reacciones emocionales, favoreciendo un comportamiento más equilibrado.
– Modificación de conducta: A través de técnicas específicas, se disminuyen comportamientos disruptivos e inapropiados. Además, se promueve y refuerza el comportamiento adecuado, fomentando la autodisciplina y el respeto por las normas sociales.