Comprendiendo el espectro: Síndrome de Asperger y Autismo de Alto Funcionamiento
Por: María Fernanda Piragauta García
El síndrome de Asperger y el autismo de alto funcionamiento son dos condiciones que caen dentro del espectro autista. Aunque comparten similitudes, también tienen diferencias importantes que vale la pena explorar para una comprensión más completa.
Síndrome de Asperger
El síndrome de Asperger solía considerarse como una forma leve de autismo, pero desde la revisión del DSM-5 en 2013, se ha integrado dentro del espectro autista como trastorno del espectro autista sin discapacidad intelectual con implicaciones en la comunicación social y el comportamiento restrictivo y repetitivo.
Las personas con síndrome de Asperger tienden a tener un desarrollo del lenguaje típicamente normal o incluso avanzado para su edad, pero pueden tener dificultades en la comunicación social y en la comprensión de las sutilezas del lenguaje no verbal y las interacciones sociales.
Autismo de Alto Funcionamiento
El autismo de alto funcionamiento es un término informal que se utiliza para describir a las personas dentro del espectro autista que tienen un coeficiente intelectual dentro del rango normal o superior. Estas personas a menudo tienen habilidades lingüísticas y cognitivas avanzadas, pero aún experimentan desafíos significativos en áreas como la comunicación social y la flexibilidad del pensamiento.
Aunque el síndrome de Asperger y el autismo de alto funcionamiento comparten muchas características, como intereses específicos y dificultades en la comunicación social, la principal diferencia radica en la edad de inicio y en la presencia o ausencia de retrasos en el desarrollo del lenguaje en la infancia.
Celebrando la diversidad
Es importante recordar que el espectro autista es amplio y diverso, y cada persona que lo integra es única. Tanto el síndrome de Asperger como el autismo de alto funcionamiento representan solo dos puntos dentro de este espectro.
En lugar de centrarnos en las etiquetas y las diferencias, debemos trabajar hacia una mayor comprensión y aceptación de las personas en todo el espectro autista. Celebrando la diversidad y reconociendo las fortalezas únicas de cada individuo, podemos construir una sociedad más inclusiva y acogedora para todos.
En resumen, el síndrome de Asperger y el autismo de alto funcionamiento son parte de la maravillosa diversidad del espectro autista. Al educarnos y promover la aceptación y la inclusión, podemos crear un mundo donde cada persona, independientemente de su neurodiversidad, sea valorada y respetada.
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