El Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), es considerado uno de los trastornos del neurodesarrollo, caracterizado por alteraciones neuropsicológicos que provocan en la persona que lo padece problemas relacionados con la atención, impulsividad y sobreactividad motora. Generalmente, es diagnosticado en la primera infancia aunque también se pueden dar diagnósticos tardíos en la adolescencia o adultez, afectando diferentes áreas como el rendimiento escolar y mayor dificultad para alcanzar sus procesos formativos.
Los niños con TDAH generalmente tienen dificultad para prestar atención, suelen presentar un comportamiento impulsivo y en algunos casos son hiperactivos. Algunos síntomas del TDAH que se pueden notar en el niño en el colegio suelen ser: Dificultad para concentrarse por periodos prolongados de tiempo, dificultad para mantenerse quietos sin mover manos o pies por tiempos prolongados, dificultad para permanecer sentados para un tiempo acorde a su edad.
Un diagnóstico temprano y facilita la intervención desde diferentes entornos como el pedagógico, psicológico, ocupacional, psiquiátrico, entre otros. Sin embargo, el apoyo desde casa será fundamental para ayudar a aprender estrategias que les ayuden a adaptarse mejor en el contexto, entre ellos, el académico.
1) La aplicación TDAH trainer ayuda a trabajar y mejorar áreas de atención, fluidez verbal y cálculo basándose en dinámicas de entretenimiento.
2) Amazing brain, cuenta con 6 minijuegos diseñados con el fin de entrenar el cerebro en áreas como la lógica, la memoria, el cálculo o la observación; todos ellos relacionados con los rompecabezas y los juegos de relación, como las parejas. Además de poder jugar en inglés y español, cuenta con una función de aumento de la dificultad progresivo y la posibilidad de competir con otros jugadores.
3) Las sopas de letras también son muy útiles debido a que consiste en descubrir una serie de palabras que están dispersadas por toda la cuadrícula (en diagonal, arriba, izquierda, vertical…) y, de esta manera, entrenar la atención a los detalles y relajar los impulsos.
4) Entrenamiento encubierto con cuadernos de pasatiempos.
5) Dar instrucciones cortas, claras, con apoyo visual o de otra modalidad sensorial.
6) Mantener ambientes estructurados, realizar horarios, listas de chequeo, utilizar calendarios, etc.
7) Elogiad el esfuerzo y progreso, en menor medida que el resultado y precisión.
8) Fragmentar las actividades por noveles de dificultad y tiempo.
9) Permitir autoevaluar sus actividades.
10) Anticipar cambios.
11) Dar tiempos fuera que permitan la autoregulación ante estados emocionales disregulados.
Recuerda que como cualquier proceso, las herramientas varían y funcionan dependiendo del caso. Para obtener mejores resultados e incluso establecer un diagnóstico ante alguna sospecha es mejor asesorarte con profesionales.
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